Jueves 28 de Junio del 2007
Una mujer educada, exitosa y atractiva, a quien llamaremos Mariana, nos ha comentado que siente muchas ganas de contraer matrimonio. El único inconveniente es que no tiene con quién. Cuando le preguntamos cuál es su estereotipo de marido, Mariana, no pudo más que quedarse callada y con la mirada fija en su interlocutor. Ella sólo quiere un marido, a cualquier precio. ¡Si hasta ya ha elegido los anillos!
Como si fuera poco, la mayoría de sus amigas están casadas o a punto de hacerlo, y ella está harta de los llamados de su madre para avisarle de los casamientos de sus antiguas compañeras de colegio.
Ha intentado con citas rápidas y bailes de solteros. Ha arreglado salidas, con el único resultado de terminar humillada esperando que el otro llegue. Ha tenido muchas citas a ciegas, en las que siempre terminó bajándose del auto de algún hombre con la ilusión de que la volviese a llamar.
¿Qué es lo que está mal con Mariana?
Si tan sólo ella pudiera responder esta pregunta...
¿Qué es lo que está mal con Mariana?
Si tan sólo ella pudiera responder esta pregunta...
Lo cierto es que el matrimonio se ha convertido en su objetivo principal. Tal vez algún día lo consiga, pero cuánto mejor sería si lograra un casamiento feliz. Ella debe borrar de su cabeza el espejismo del propio vestido blanco confeccionado por un famoso diseñador.
En primer lugar, debe determinar qué cualidades desea en un marido y, además, qué es lo que realmente espera del matrimonio. De lo contrario, podría terminar con el hombre equivocado. Las consecuencias varían desde la posibilidad de una vida miserable hasta la muerte en manos de un abusador.
¿El matrimonio hace a la felicidad?
Otra mujer (la llamaremos Amanda) ha estado casada por más de veinte años. Para sus cumpleaños, su marido suele hacerle regalos como fregadoras, copas de vino (que ella nunca quiso, pero él sí). Y aún peor, para su último cumpleaños le regaló el nuevo libro del Dr. Carlos, La Manera Apropiada de Alimentar a su Marido.
Y ni hablar de su carácter podrido. Una vez, arrojó el coche del bebé por los aires porque le impedía ingresar cómodamente a la cocina.
¿Y si hace calor?
Él decide cuándo puede prenderse el aire acondicionado y a qué temperatura.
En ocasiones, le ha llegado a gritar a su mujer por tener la audacia de utilizarlo sin su consentimiento.
¿Y si hace calor?
Él decide cuándo puede prenderse el aire acondicionado y a qué temperatura.
En ocasiones, le ha llegado a gritar a su mujer por tener la audacia de utilizarlo sin su consentimiento.
Amanda sostiene que sus hijos aman a su padre, pero no es del todo cierto. Siempre que pueden los niños se mantienen lejos de él, especialmente desde que su nuevo método de castigo es encerrarlos en un cuarto y hacerles escuchar los consejos de los psicólogos televisivos.
Tal vez, se esté preguntando cómo fue que conoció a este cretino.
Amanda lo vio por primera vez cuando tenía 23 años. Para ese entonces, él ya tenía 29 y era de otra parte del país, lo que le daba un aspecto mundano. Ella se sentía encantada por estar con un hombre mayor y empezó a pasarla realmente bien, tanto que olvidó tener en cuenta los valores de su compañero.
“Él siempre me hablaba sobre cómo su abuelo mandaba, cómo movía las cuerdas de la familia,” dice Amanda.
“Todas las mujeres de su familia debían respeto y gratitud a sus maridos. Incluso me contó las cosas que su abuelo le hacía a su abuela.”
“Todas las mujeres de su familia debían respeto y gratitud a sus maridos. Incluso me contó las cosas que su abuelo le hacía a su abuela.”
Este hombre le comentó que en su familia se solía disminuir a las mujeres, pero ella tenía mucha suerte en dejarlo entrar en su vida.
Veinte años después, Amanda está deprimida, asustada, y es infeliz.
No tiene autoestima.
Aunque tiene un buen empleo, la aterroriza la idea de separarse de su marido.
Es su prisionera.
Veinte años después, Amanda está deprimida, asustada, y es infeliz.
No tiene autoestima.
Aunque tiene un buen empleo, la aterroriza la idea de separarse de su marido.
Es su prisionera.
Apunte alto
A menos que Mariana suba el nivel de sus exigencias, puede que se encuentre en la situación de Amanda en unos años. Debe dejar de estar desesperada. Sería bueno que haga una lista con las cualidades que tiene para ofrecer y leerlas cada vez que comience a sentirse mal por el hecho de no estar casada.
También debería confeccionar una lista con las características que desea para su potencial marido y, entre estas, la amabilidad debería ser más importante que la riqueza. Leer esta lista varias veces al día la ayudará a atraer hombres con estas cualidades.
Asimismo, deberá dejar de ver a cada hombre con el que salga como un marido en potencia. Será mejor que los estudie fríamente, a que se les agarre como si fuera el último ómnibus de la terminal.
¡Sepa con cómo es su hombre, con sólo mirar y escuchar!
Es imprescindible que escuche con atención cuando un hombre habla sobre otras mujeres.
Deberá leer entre líneas.
¿Va de visitas a lo de su madre, o todavía esta le hace la cama?
¿Trata a sus hermanas con respeto, o sólo las quiere para que preparen la ensalada?
¿Habla de las mujeres de su oficina?
¿Toma a mal que su jefe sea una mujer?
Deberá leer entre líneas.
¿Va de visitas a lo de su madre, o todavía esta le hace la cama?
¿Trata a sus hermanas con respeto, o sólo las quiere para que preparen la ensalada?
¿Habla de las mujeres de su oficina?
¿Toma a mal que su jefe sea una mujer?
También será importante atender a lo que dice sobre otros hombres.
¿Está siempre jugando a ganar?
¿Siempre quiere el auto más grande y la computadora más nueva?
Si así fuera, Mariana deberá pisar con cuidado.
Se trata de un hombre inseguro que, en algún momento, lo demostrará con ella.
¿Está siempre jugando a ganar?
¿Siempre quiere el auto más grande y la computadora más nueva?
Si así fuera, Mariana deberá pisar con cuidado.
Se trata de un hombre inseguro que, en algún momento, lo demostrará con ella.
Además, las mujeres pueden aprender mucho de la forma en que los hombres manejan.
¿Él maneja pegado al coche de adelante?
¿Anda esquivando autos en zigzag, o respeta a los otros automovilistas?
¿Maneja razonablemente en las zonas residenciales, o se abre camino como un lunático?
¿Arroja basura por la ventana, o respeta la propiedad pública como si fuera de él?
¿Él maneja pegado al coche de adelante?
¿Anda esquivando autos en zigzag, o respeta a los otros automovilistas?
¿Maneja razonablemente en las zonas residenciales, o se abre camino como un lunático?
¿Arroja basura por la ventana, o respeta la propiedad pública como si fuera de él?
Conclusión
No importa si Mariana tiene 20 ó 70 años.
Nunca debe excusar la mala conducta de un hombre por pensar que se trata de “la última oportunidad.” Debe apagar la lavadora de cerebros. No todas las mujeres tienen que casarse. La vida de soltero puede ser divertida y estar llena de emociones. Ninguna mujer debería resignar su soltería por el hombre equivocado.
El matrimonio no siempre es felicidad. Y tampoco es éxito. Pero, si Mariana juega sus cartas correctamente, podría serlo. Una vez que haya elevado sus estándares para los hombres con que sale, aparecerán otros mucho mejores.
Ya no deberá preocuparse en conseguir citas. Los perdedores y los abusadores con los que se topaba desaparecerán.
Ellos sentirán que está fuera de su alcance.
Ellos sentirán que está fuera de su alcance.
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