Esta temporada la dualidad en el calzado se divide entre las tradicionales botas o los botines, lo más atractivo en complementos. Justo hasta el tobillo o ligeros centímetros hacia arriba, esta modalidad se ha convertido en el punto fuerte de la moda en la calle y las colecciones.
Madonna no se desprende de las botas ni sobre el escenario.
Sobre unos altísimos tacones la cantante realiza todo tipo de piruetas y bailes, y toca la guitarra como si estuviera caminando sobre el asfalto.
Gwyneth Paltrow no dudó en ponerse unos botines de cordones con un vestido de gasa, durante la presentación en Berlín de la película Iron Man que protagoniza junto a Robert Downey jr.
La actriz británica Sienna Miller es otra una incondicional de estas botas minis y a nadie se le olvida la aparición estelar de, una por entonces desconocida, Julia Roberts en la película "Pretty woman".
El ante es uno de los materiales que regresa con fuerza tanto para botas como para botines. Negro, chocolate, burdeos o mostaza son los tonos que más destacan.
Cuando las botas son altas los flecos es un complemento añadido esta temporada. Ofrecen un toque folk a cualquier tipo de vestuario.
La colección de Stella McCartney hace frente al frío invernal con escuetos vestidos calados, negros o blancos a los que viste por los pies con altas botas forradas en piel.
PIEL PARA BOTINES.
El americano Jimmy Choo apuesta por un diseño brillante a medio camino de la bota y el botín. Media caña, sería la medida exacta, para combinar con las aberturas más atrevidas incluso en los vestidos de noche.
Cordones, tachuelas, lazos, hebillas o lentejuelas son algunos de los aderezos con los que creadores como Jil Sander, Yves Saint Laurent o Gucci ponen más luz a los complementos que utilizamos en las extremidades inferiores de nuestro cuerpo.
Por Inmaculada Tapia.
EFE REPORTAJES
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