Caminatas preliminares
En su libro de 1990 Washington Homes (Casas de Washington), Jim Stacey escritor y corredor de bienes raíces indica que existen tres etapas para quienes compran casa por primera vez:
Contemplación, comparación y compromiso. Stacey recomienda a los futuros compradores que experimenten la primera etapa por sí solos, con ayuda de amigos y familiares. La distancia entre la contemplación y estar listo para comprometerse con la compra de una casa, es un trabajo duro y cargado de emociones. Stacey ha aprendido que los compradores que han hecho parte del trabajo preliminar dan un mejor uso del tiempo y los conocimientos de un corredor.
Parte de este trabajo es saber si estás listo financiera, sicológica y emocionalmente para ser propietario. Primero, asegúrate de que tus antecedentes de crédito sean atractivos para las entidades de financiamiento. Si tienes dudas, consigue de antemano una copia de tus antecedentes de crédito (puedes obtenerla en forma gratuita en el sitio Web ConsumerInfo.com, entre otros). Si tu historial de crédito no es muy bueno, posiblemente te convenga seguir alquilando mientras pagas tus deudas y mejoras tu crédito.
Asegúrate de saber qué quieres
No importa cuán bien imagines la casa de tus sueños y se lo comuniques a tu corredor; la casa de la que finalmente termines enamorándote, puede parecerse muy poco a la imagen inicial. Pero tienes que comenzar por alguna parte, y un buen principio es pensar, que te gustaría que incluyera tu nuevo hogar. Digamos que tu lista es más o menos como esta, en orden de prioridades:
Dos habitaciones y dos baños
Vecindario seguro y tranquilo
Jardín
Posibilidades de construir ampliaciones
Que no necesite grandes reparaciones
Cerca de amigos y familiares
Cerca del centro de la ciudad
Independiente (no comparte paredes con vecinos)
Muy luminosa
Con estacionamiento
Buena inversión con excelente potencial de venta
Impuestos a la propiedad asequibles
Vecindario que se adapte a la manera de ser de la familia
Que incluya lavadora y secadora
Clóset amplio (tipo "walk in") en dormitorio principal
Espacio para guardar artículos deportivos
Conexión para estufa de gas
Patio o terraza
Cercana al trabajo, escuela, iglesia
Sótano terminado para usar como oficina
Sin amenaza de futuros locales comerciales
Transporte público cercano
Ahora bien, ¿cómo cambiarías esta lista si tuvieras que contentarte con sólo diez de esos puntos?
Si tuvieras que limitar la lista a cinco puntos, ¿tus prioridades serían diferentes?
Cuando comienzas a buscar casa, esta información resulta valiosa para un corredor, ya que su trabajo es hacer coincidir tus requisitos con las casas disponibles.
¿Cuánto puedes pagar?
Cada mercado es diferente, pero el primer paso para responder a esta pregunta, es saber cuánto puedes pagar mensualmente, después del pago inicial (el 5, 10 o 20 por ciento del precio de venta de la casa).
Consulta con un agente encargado de préstamos. La mejor forma de saber lo que puedes pagar es consiguiendo la pre-aprobación para un préstamo. Tu corredor te puede recomendar a alguien o puedes visitar a una agencia local. El proceso de pre-aprobación no te va a costar nada, salvo escuchar una charla de venta, ya que el agente querrá hacer negocios contigo cuando estés listo para solicitar el préstamo. Así tendrás una buena idea de cómo tus ingresos, activos y pasivos se traducen en lo que puedes gastar y también puede ayudarte frente a la competencia (cuando en el mercado hay más compradores que vendedores).
Haz el cálculo.
Puedes hacer un cálculo simple.
Según los corredores, los pagos mensuales deben ser de un 25 a un 33 por ciento de tus ingresos brutos mensuales. Para hacer el cálculo, toma tus ingresos mensuales antes de impuestos, incluidas todas las fuentes de ingresos, y divídelos por cuatro.
A esta cifra resta el total que pagas mensualmente en deudas (préstamos, cuentas de cargo, etc.). El resultado es lo mínimo que razonablemente puedes pagar cada mes.
Después de deducir el seguro sobre la vivienda (digamos $50 mensuales) y los pagos de impuesto a la propiedad ($100), tendrás una idea aproximada de lo que puedes pagar al mes.
Para calcular la cantidad máxima, divide por tres en vez de cuatro.
Para saber qué significa esto en términos del precio, multiplica el total final por 12 (meses) y divide el resultado por la tasa de interés promedio para préstamos vigentes, digamos un 7 por ciento. El resultado es el precio promedio de mercado en que te debes concentrar.
Costos adicionales. Recuerda que además del precio de compra, necesitas dinero adicional para los costos de cierre (incluidos puntos y tarifas), la inspección y gastos futuros.
Al finalizar el proceso (una vez que hayas firmado el último documento y hayas acordado el precio y las condiciones con el vendedor), el costo generalmente es de un 2 a un 7 por ciento más, que el precio de venta acordado.
Si calculas eso para una zona media, a una tasa de 4,5 por ciento, comprar una casa de $200.000 cuesta $209.000. Recuerda considerar los impuestos anuales a la propiedad y las reparaciones (previstas e inesperadas).
Consuélate en saber que la mayoría de las personas que compran casa por primera vez están recién conociendo el mercado. La casa de tus sueños puede ser dos o tres casas más en el futuro, así que no sientas que tienes que gastar cada centavo que puedas, si eso significa perder parte de tu preciada libertad.
Cómo comenzar a buscar casa
Ya que tienes una idea de lo que puedes pagar, concéntrate en si te interesa el mercado de los condominios, cooperativas de vivienda (co-op), casas pareadas (townhouses) o independientes o, quién sabe, una mansión donde puedas alojar a 20 de tus amigos más cercanos. Comienza a entrevistarte con corredores que te recomienden.
Un buen corredor puede "educarte" sobre qué buscar y qué evitar, ofrecerte referencias confiables sobre otros expertos que necesitarás posteriormente, como agencias y entidades de préstamos e inspectores, y representarte en las negociaciones y el cierre. El buscar definitivamente tiene sus ventajas.
Ya estás listo para la parte divertida: ¡A la calle! Ve a ver tantas casas disponibles como sea posible, aunque tu corredor no pueda ir contigo (pero recuerda llevar su nombre), en el vecindario que te interese; incluye casas que sepas que no puedes pagar así como algunas más baratas.
Piensa que así, estás mejorando tu curva de aprendizaje.
Habla con amigos y familiares sobre sus experiencias de compra. A menudo la gente es muy abierta para compartir lo que ha aprendido sobre financiamiento, construcción, e incluso sobre sí mismos, en el proceso de compra de su primera casa.
Y finalmente, si hay momentos en que ya no soportas ver otra casa cara, que tiene además alfombras horribles, tómate un día libre y recuerda que algún día sabrás que todo esto valió la pena.
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