Kristina Schneider, una madre soltera con nueve tarjetas a las que ya les había sacado el máximo crédito posible y 8.500 dólares de deuda tras estudiar una carrera técnica, halló un billete de 10 dólares en la tienda de una gasolinera donde trabaja y compró allí mismo lo que resultó ser el boleto ganador de un millón de dólares.
Schneider encontró el dinero el viernes en la tienda de la gasolinera y compró el último boleto que quedaba de la lotería Magnificent Millions.
"Creí que alguien me estaba haciendo una broma", declaró ella en referencia al hallazgo del billete.
Ella dijo que por poco le vende el boleto ganador a un cliente en la gasolinera, tratando de persuadirlo porque era el último que le quedaba.
"Siempre bromeo diciendo que el último boleto es el ganador, pero él me dijo que sólo tenía suficiente dinero para tres boletos", agregó.
Esta vez, su consejo resultó cierto. Después de enterarse que tenía el boleto premiado, cerró la tienda con llave y fue al baño porque se sintió mareada.
"Estaba aturdida. Todavía lo estoy", añadió.
Schneider, de 32 años, optó por recibir 20 pagos anuales de 50.000 dólares, por un total de 34.500 dólares después de impuestos.
"Si yo hubiera optado por recibir el monto completo, estaría de nuevo en bancarrota en cinco años", aseguró.
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