Domingo 01 de Julio del 2007
¿Por qué será que algunas los preferimos maduros? ¿Será deseo de protección, inseguridad , añoranza de la figura paterna o que todos los chavos que te rodean son unos mocosos con los que no se puede ni siquiera hablar?
No son pocas las chavas que tienen esta predilección , y muy su gusto, pero enamorarse de un hombre mayor entraña riesgos que no deparan la vida llena de dulzura que hemos idealizado.
Veamos qué sucedió con algunas parejas en esta situación.
Riesgo # 1: él ya no quiere tener hijos
Juan es 25 años mayor que Raquel. Están casados desde hace año y medio; él es separado, pero ve a su familia. Ella muere por tener un hijo, sin embargo él argumenta que no quiere empezar de nuevo , aunque también esgrime que esperen a ver cómo evoluciona su relación.
El asunto huele a miedo. Raquel sufrió el abandono de su padre cuando tenía 13 años y desde entonces teme ser abandonada . Cuando se casó, esa ausencia no resuelta en la niñez se convirtió en trauma; Juan la comprendió, lo hablaron y juntos tratan de superarlo, pero él insiste que esperen a ver "cómo sale la convivencia". Raquel atribuye a la ausencia de su padre su relación con un hombre mayor.
Riesgo # 2: le acecha su pasado
Fernando tiene 56 años y fama de mujeriego ; es todo un seductor con varias familias anteriores. Conoció a Blanca, de 25 años, y ahora están casados.
La experiencia de un hombre maduro siempre atrae y al mismo tiempo se nos viene encima hasta aplastarnos . Una chava que se relaciona con un hombre maduro busca que le ayude a enfrentar ciertos problemas y aunque a veces la apoya , ya manifiesta cansancio de andar de "componedor de broncas". Por otro lado, muchas veces Blanca tiene que estar mediando entre Fernando y sus hijos para resolver problemas. O sea que eso de mártir ... pues no.
Riesgo # 3: él ya ha vivido intensamente
Él ya vivió todos los reventones habidos y por haber. Por eso, una noche de locura es ir, si acaso, a cenar a un rico restaurante , con una buena botella vino, o champaña si se pone guapo , cuando para ti irte de antro es llegar a casa hasta las 7:00 de la mañana.
Y si decide ir contigo a bailar, ¡te hace pasar el oso de tu vida !, porque se queja todo el tiempo del volumen de la música, sólo sabe rock & roll, twist , o música disco de los 70.
Cuando vas a una de sus fiestas o reuniones eres la más joven, no entiendes nada, y cuando opinas sobre algo, caen sobre ti piadosas miradas acompañadas de sonrisitas forzadas. Y como no tienes hijos no puedes hablar con las esposas de sus amigos... que además son amigas de la ex . ¡Está grueso !
Como se ve, la experiencia y el apoyo, la búsqueda de la serenidad no son los únicos factores a considerar en un hombre mayor.
¿Triunfadoras o inestables?
Para los profesionales del psicoanálisis, la atracción que ciertas mujeres sentimos hacia hombres mayores se relaciona con la búsqueda de la figura paterna , ausente en momentos tan cruciales y difíciles como la infancia o la adolescencia.
Una famosa terapeuta argumenta que obedece más bien a la comodidad , ya que es más fácil emparejarte con un hombre ya hecho y con camino andado, que andar el camino con él .
De alguna manera ambas teorías son ciertas y se entrelazan.
Esta tendencia está vinculada a una fuerte necesidad de protección y estabilidad, por una parte, y a la admiración que ciertos hombres maduros despiertan entre nosotras.
Finalmente, están las chavas que han triunfado pronto y comprueban que los hombres de su edad les quedan chiquitos y todavía deberán recorrer un largo camino. En este sentido buscan hombres mayores e igualmente exitosos con los que puedan establecer una relación de igual a igual .
La idea es difícil de entender de golpe. Tendemos a criticarla o a admirarla , incluso muchas soñamos con una relación de esta índole, pero como toda relación amorosa conlleva riesgos. Tiene sus compensaciones; si lo amas, vívela y disfrútala con sus cosas maravillosas y sus momentos de tensión, pero siempre será bueno que antes analicemos si buscamos un padre o una pareja.
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